Existe una damisela que siempre esta en apuros,
Por mostrarse como la más bella,
Desde el cautiverio, desde los altos muros
De los incautos que la tienen apresada.
Creen que por no conocerla, no se la desea.
Pero desde los barrotes de brea,
Entre las pareces de papel moneda desgastada,
Se deslumbra a la joven mujer
Que quieren gozar solo ellos,
En la infinita avaricia de su ser.
Por ella manipulan al ser humano,
Mientras la mancillan a su antojo,
Pero nosotros, no dejaremos carcelero sano.
Nosotros seguiremos cantándola
Bajo la ventana de poder.
Seremos la imparable ola
Que agita el mundo sin desfallecer.
Mientras siga aquí, en la mente,
Un mundo más libre, más honesto…
Seguiremos siendo, tus hijos con sed.
(Poema de "El discípulo de la sabia Luna")
(Poema de "El discípulo de la sabia Luna")
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